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Cuando miro mi vida en retrospectiva, puedo verla como un inmenso rompecabezas donde cada pieza ha encajado perfectamente, puedo hoy desde el lugar y momento en que me encuentro darme cuenta y entender como cada circunstancia, acontecimiento, momento y persona que han formado parte de mi vida han sido necesarios y estuvieron allí para yo ser la persona que hoy soy, por lo que doy gracias a Dios y cada uno de ellos.

 

En este viaje de vida recorrí caminos que trajeron dolor, abandono, soledad. Vivi mucho tiempo teniendo TODO y faltandome lo ESENCIAL. Sentí el llamado de mi alma por algo diferente y me encontré preguntándome ¿Quién realmente soy?  ¿Para qué estoy aquí?  ¿Cuál es mi misión de vida?.

 

Es entonces, 25 años a tras cuando empece a recorrer el camino que me llevo en un viaje al interior de mi ser, allí donde se encuentran todas las respuestas, trascendiendo lo puramente técnico para adentrarme en la dimensión HUMANA ESPIRITUAL para encontrar MI GRANDEZA Y RECORDAR MI ESENCIA.

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Hoy puedo reconocer como nunca he estado sola, siempre acompañada toda mi vida y sobre todo en mi proceso. Fueron muchos los sucesos que llamaban mi atención y sobre todo la admiración de la sincronicidad en cada uno de ellos. Recuerdo uno muy especial, cuando estaba dictando uno de mis seminarios en Colombia y al final algunos de los participantes se acercaban para compartir abrazos, una una señora venia directamente hacía mi y de pronto una voz muy suave en mi oido me dijo "se va a desmayar", así fue se desmayo en mis brazos, supe que era un Ángel advirtiéndome porque el peso de la señora nos habría tumbado a las dos. Son innumerables situaciones como estas que aun me sigue sucediendo que finalmente me llevo aceptar como siempre he sido asistida por mis Ángeles. El miedo a la critica, a  el rechazo, a mis inseguridas hacían que rechazara esta posibilidad.

Ahora la reconozco, la acepto, la bendigo y sobre todo la agradezco y me siento bendecida por ello y lo veo con ojos de inmensa gratitud.

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En mi trabajo durante más de 25 años he tenido la oportunidad de ver muchas personas empezar este proceso con sentimientos de infelicidad, tristeza, abandono y desempoderadas, transformarse en Lideres de su existencia, abriendo su corazón para recordar su esencia y reconocerse como Almas viviendo una experiencia Humana.

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