Cada mañana desde mi comedor puedo ver los arboles que empezaron a florecer en mi jardín eso me alegra, lo hace mas hermoso, relajante; pero lo que más llamo mi atención fue la huerta si es que le podemos llamar así. Si en un rincón del jardín mi esposo preparo el terreno para sembrar algunos vegetales, me encanta especialmente el olor del cilantro mucho más agradable que el compramos en el supermercado. Esta año y en confinamiento decidimos sembrar más (pimentones, cebolla, cilantro y variedad de lechugas, un arduo trabajo de un fin de semana si...esperamos a que brotaran , pequeños brotes de lechuga empezamos a ver pero a medida que pasaban los días no tenían ningún parecido con lechugas, ¡oh sorpresa! no eran lechugas...era pasto, ¿ qué paso aquí?
No compramos la semilla correcta o tal vez mal empacada por el vendedor? No lo sabemos, lo único que sé, es que todo esto me llevo a pensar en lo que sucede con nosotros los seres humanos, SEMBRAMOS UNA COSA Y ESPERAMOS COSECHAR OTRA. Si no te gusta lo que estas recibiendo fíjate que has dado. Si quieres más amor en tu vida da AMOR, si quieres que te respeten, RESPETA a los otros, ten por seguro que lo que recibes no es más que lo que tu diste.
Da de lo que quieres recibir. Solo cosechamos lo que sembramos, una ley universal que se cumple a cabalidad.
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